martes, noviembre 22, 2005

He aquí.
Los doce mil kilómetros se acortaron, con la magia de la Internet.
Fue sorpresivo. En el momento de más necesidad apareces. Como allá. Como acá. Apareces.
Yo estaba leyendo a Cortázar y de pronto...apareces.
Tal y como esas cervezas añejas. O esos tangos putrefactos.
Pero... apareces.
En cierto modo eres cuentera.
You know...you have power to wake the dead.
(I told you). You have come to rise the dead.
And then...
Y así...
Como esos pajarillos enjaulados que no devuelven los envases, que no pagan los tickets, que no enceran los tímpanos.
Que no se dejan escuchar ¡Mira! Las copas y la saciedad cantan una canción que hace llorar.
Doce mil quilómetros con q de queso roído por la puñalada del recuerdo.
(I’m starting to smoke now)
Your nights are my days.
Time doesn’t exist. Why?
Felicidad podrida por la dist
ansias tengo vivir en la red, esa tejida por la lluvia suave en lugares que no intento recordarrrrrrrrrrrrr.
Las calles súcias.
Los centavos.
Las fotografías.
Acabo de recibir carta. Me dicen que almost bien.
Almost?
This is the...mmm...I don’t know
Such a pleasure!!
"Mariposa que al volar me dejó sobre la boca su salado gusto a mar"
Am I an ángel?
Nobody knows.
I’m better going to sleep.
El gorrión duerme.
El reloj canta su mecanizado trabajo...
Y yo...
I’m not the half I used to be.
Yo estaba leyendo a Cortázar y tú me sacaste del abismo llamado Internet, pero...
Déjame continuar con mi lectura y adiós.
Distance is a clock...a drunk love.

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