martes, octubre 18, 2005


Un poco de...
Los pinos, tu aroma a pino, la mañana sedienta, la noche desilusionante...todo converge hasta la nada misma.
Lo que pudo ser, lo que hubiera sido, lo que tal vez núnca será. Trillones de cervezas, los pastos conversando, las mirada decidora pero temerosa, ¿de qué?, de nada. Soy inocente, me absuelvo de toda inocencia.
La cobardía, el primer paso imposible, no sé por qué.
Las carrozas me molestan, sólo me gusta la mia. Mi mierda y la suya, la noche alcohólica y mojada, la mirada habladora, tal vez falsa.
La pesadez solapada para ocultar un dolor. De todas maneras mataría ese dolor sin que insistieras tanto en tenerlo.
Mierda es lo que hay. Amor no tengo. A menos que lo encontrara en la mierda, pero ¿que más da...? todo va y viene. Todo. La muerte ya no es una preocupación, el delirio enamoradizo es recurrente. Tus ojos brillantes por la resaca matutina me invitan a beber. Tu boca mentirosa es una suerte de opio en mala.
Las hormigas que trepan por tus piernas son envidiadas por mi. ¡Malditas hormigas! sin sufrir lo pasan bien.
Un corte en el mentón. Eso pasa por afeitarse con caña. Otro corte en el corazón. Eso pasa por enamorarse borracho.
Es apegado a la pena y a la risa, pero más apegado al odio antiguo.
No digas nada. Púdrete y lleva la mierda contigo, porque mañana será otro día y tendrás que buscar nuevamente el remedio para tu dolor. Si lo encuentras, intoxícate de él, porque yo ya estaré curado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!! veo que aun sigues poetizando con prosa?...como siempre...no cambias ah?, deberías!! ja! es broma...te mando un mail a tu contacto...que has hecho a parte de jugar?...tu sabes...chaooo
Ing-e-niera