viernes, febrero 03, 2006

"No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies,
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo.
Acepto este destino de camisas planchadas, llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal, opto por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente para traerte un pescadito rojo bajo la rabia de gendarmes y niñeras"

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Destino de camisas planchadas? Me suena a Niño Bueno ¿no crees? No va contigo...espero leer luego la segunda parte...chau. Pancha.