viernes, febrero 12, 2010

Esto no lo lee nadie.
Una calibre 45 en la calle a quemarrrrropa.
Fue el día treinta y uno después de 10.
Cuando todos celebraban la llegada del "new year" pico.
Caminando por Fontova.
Era tal cual.
Como sacar (me) el corazón con una serie completa de cucharas.
Despegué con mi mochila.
Frente a ....ustedes saben.
¿devolverse?
Una calavera explica mejor lo que siente uno.
Todo se transfigura con la muerte.

Recibo una llamada de mi gran Manuel.
La cosa es que la vi desgreñada, flaca, ojerosa, mal vestida y dije lo siguiente:
"De la que me salvé"

1 comentario:

Claudia Curimil Hernández dijo...

"Oh, sí" (Charles Buko)

nos vemos