jueves, mayo 07, 2009

Humedad...

Llovizna y frío...
Mi aliento empaña
el vidrio azul del viejo bar.

No me pregunten si hace mucho que la espero:
un café que ya está frío y hace varios ceniceros.
Aunque sé que nunca llega

Siempre que llueve voy corriendo hasta el café,
y sólo cuento con la compañía de un perro
que al cordón de mi zapato lo destroza con placer.

Café La Humedad, billar y reunión...
Sábado con trampas... ¡Qué linda función!

Yo solamente necesito agradecerte
la enseñanza de tus noches
que me alejan de la muerte.

Café La Humedad, billar y reunión...
Sábado con trampas. ¡Qué linda función!
Yo simplemente te agradezco las poesías
que la escuela de tus noches
le enseñaron a mis días.

Soledad de soltería... Son treinta y un
abriles ya cansados de soñar.

Por eso vuelvo hasta la esquina del boliche
a buscar la barra eterna de Tristán Cornejo y Gaspar Olea.

¡Ya son pocos los que quedan!

Vamos, muchachos, esta noche a recordar
una por una las hazañas de otros tiempos
y el recuerdo del boliche que llamamos La Humedad

1 comentario:

Macarena dijo...

Y así, se pasa el tiempo...
:(
Saludos