La primera vez que ocurrió,
La última vez que ocurrió, mejor aun, la próxima vez que ocurra,
terminaré siendo bálsamo para ese cañón, para que el plomo resbale suavemente.
Pero no se entiende, porque todo el daño ya está y volvemos a ser fugitivos.
¡Extraña nuestras correrías de Bonnie y Clyde! te lo exijo
Exijo que re-leas tus pequeñas cartas con escarcha barata.
Y yo re-leeré los muros de mi habitación antigua.
Los mínimos vicios también re-consumiré.
Exijo todo lo que dejó de aparecer cotidianamente.
Prometo ser el bálsamo de tu cañón.
jueves, agosto 30, 2007
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1 comentario:
"prometo ser el cañon" fue lo primero que se me ocurrió...
a los cañones les hace falta bálsamo... últimamente la música es bálsamo... me gustó lo que escribiste, o lo que leí, que no es igual, pero es lo mismo
cuidese
saludos
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