Hoy ganó el carisma mundial.
Un tipo gana un campeonato.
Toma la troncal, hace combinaciones, se trae un perro para la casa....luego el quiltro se queda en la puerta esperando que salga el tipo, o que por lo menos le traiga comida o agua.
El tipo sube diez peldaños.
Olvida al quiltro.
Busca su celular. No lo encuentra en ninguna parte.
Recuerda al quiltro que todavía espera en la vereda.
Baja los peldaños y siente un teléfono sonar...
No lo encuentra. El sonido lo lleva a la puerta de calle...
El can sigue sus movimientos...
El tipo abre la reja y se entera de que el perro callejero tiene algo...en el hocico.
Hace un ademán con su mano izquierda, como sacando el aparato de las fauces babosas del animal.
El perro sale corriendo a toda velocidad.
El tipo no quiere correr tras de su celular porque no puede correr zigzagueando.
Se da cuenta que nunca debió traerlo.
¿Y qué hace?
Gana el carisma mundial.
Sube los diez nuevamente hacia su habitación, encuentra el teléfono celular encima de la cama.
Y ahora, recién, se acuerda del quiltro que lo acompañó.
Y recuerda la comida y agua que nunca le llevó.
No hay moraleja.