domingo, febrero 04, 2007

Episodio.

Corté a pura cortaplumas las rosas, las fucsias, los helechos y hasta los copihues del jardín de la abuela.

La casa estaba selvática...meses pasaron desde su muerte.

Hice un ramillete surtido de colores.
Rumbo al cementerio de Villarrica agarro un colectivo...
Una mujer conduce...

"Es muy posible que este manojo de flores te lo obsequie a tí"

Me miró por el retrovisor sonriendo.


Llegando al patio de las cruces me confiesa que no es de allá...sino que de nuestra capital...Quinta Normal...
Cinco años en el pueblo...sola...un hijo de cinco también...ella de 27...

El retrovisor me seguía sonriendo.

Me bajo...cancelo y hasta la vista...

Juana.

Era como para perderse.

Encuentros fugaces.

Ahora....para la próxima...buscaré ese colectivo....y sí le regalaré un ramo...claro que no de esos de la casa de la abuela.

La casa murió junto con ella.

1 comentario:

Vestal dijo...

Creo que deberías haber regalado las flores.
Quizás si habra otro encuentro.
Suerte