martes, junio 16, 2009

La canción más corta de la historia.
Los músicos abandonan el escenario.
Una pestaña biscuit cae sobre la platea.
El público se hace estampida.
La canción duró 144 horas.
Los pétalos asustan.
Uno de los integrantes del coro toma una cuerda; el otro lubrica el cañón de la palabra palabra.
Hay todavía melodía.
El lugar está vacío.

Uno de los músicos sigue tocando y piensa silencioso en la canción más corta de la historia.
Esa que comienza con Ese.