La única rutina es la de los rieles, como esperando que te pasen bajo la puerta algo.
Cuando ya no se es nada, ni un pobre animal.
Ni un pobre animal.
Ni un animal ya es considerado.
Sólo un pájaro rescatado de la lluvia que ha deshecho el nido.
Ya no está tan solo.
La lluvia es real.
El pájaro también.
Vuela le gritan...pero está acostumbrado al encierro.
Es cobarde hasta la médula, jamás se elevará del suelo.
Vuela sabandija...
pero no, salta el ave.
viernes, diciembre 07, 2007
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